Julia Domna (170-217), es otra de las mujeres que nos gustaría resaltar dentro del mundo de la filosofía pues se le considera una persona importante en este campo del saber. Se trata de una mujer muy inteligente que al menos en dos ocasiones de su vida, desilusionada por el alejamiento de su actividad política, se refugia en la filosofía como una mecenas de filósofos y científicos, entre los que se encontraban el médico Galeno y probablemente Diógenes Laercio, de quien sospecha Rosa María Dávila Iglesias que pudo ser la mujer a quien dedicó sus Vidas….
Esta filosofa nace en 170 de nuestra era, en Siria, pero recibe educación y posee una cultura griega. Una serie de circunstancias hacen que se case con quien será posteriormente Emperador: Severo, padre de sus dos hijos, Caracalla y Geta.
En el ámbito político fue brillante. Por lo tanto debemos resaltarla ante todo como una mujer política. Julia, participó activamente con su marido en cuestiones de gobierno, acompañándolo también en sus campañas militares, así como con sus hijos cuando éstos alcanzaron el poder, hasta que al final la tragedia y la ignominia la sitúan coparticipando con Caracalla en el poder.
En este sentido, podemos definirla como una persona activa que no se quedó en el papel sumiso de mujer del emperador. Además, recibió los mayores títulos honoríficos, ligados siempre a lo que la feminidad podía conseguir y fue pionera en vincular su imagen y la de su familia femenina en primer plano, principalmente en monedas y escultura.
En cuanto a las fuentes que narran cosas de ella, contamos como fuentes directas, Filóstrato y Dion Casio, quien dice de ella que empezó a filosofar y pasaba los días con los sofistas.
Filóstrato la llama filósofa en la algunas cartas. Él fue el encargado de educar a los hijos de Julia Domna y a quien, parece ser, influyó Julia para que escribiese un libro sobre un neopitagórico del siglo I d.C. llamado “Viaje de Apolonio de Tyana”; esto, hace suponer que Julia Domna tuviese una tendencia pitagórica.
En cuanto al campo de la filosofía, se puede encuadrar dentro de las filósofas por su mecenazgo de la filosofía y la ciencia, en general.
Aunque ella fue principalmente una mujer política, un hecho en el que es acusada de infidelidad hace que se retire entre el 202 y el 204 al estudio y la filosofía; allí se rodeará de un grupo de intelectuales: sofistas, geómetras, poetas, eruditos, médicos como Galeno y astrólogos, que le valdrá la fama de filósofa, como citarán Filóstrato, Dión Casio y Filisco.
Tras un paréntesis de nuevo, dedicado a la política, en 212 volvió a la filosofía, científicos y filósofos la frecuentaron. Este período es más desconocido aun que el anterior, pero finalizó en 217 cuando se suicidio mediante inanición.
En el discurso de Dión Casio por su muerte, se destacó su inteligencia y su interés por la oratoria sofística y la filosofía.
Como conclusión, podemos destacar que a pesar de la reserva de los romanos hacia la filosofía, Julia Domna restauró el interés por la filosofía y la investigación. Esta tarea de mecenazgo ha hecho que pase a la historia como “la filósofa”; pero lo cierto es que no se le conoce ningún escrito, aunque a tenor de la historia filosófica de las mujeres, no creo ni tan siquiera que hubiese llegado algo a nuestras manos.
También es notorio el aprecio y reconocimiento que Filóstrato tiene de ella, ya que para destacar el interés de Julia por la retórica, la compara con Aspasia de Mileto, famosa por sus dotes retóricas y su belleza y a la que también hemos dedicado una entrada en nuestro blog.
Pero Filóstrato, aunque la llama filósofa, no la incluye en su selección de filósofos sofistas. Además, esto no sólo afecta a ella, sino que en su libro Vida de los sofistas, no es capaz de encontrar en la historia de la filosofía a ninguna mujer que hubiese merecido el título de sofista, ni siquiera Aspasia, figura reconocida por su retórica por parte de Filóstrato.
Por último, creemos importante compartir una pregunta que nos surge como reflexión de lo leído en esta entrada: ¿Se puede concebir hoy en día que una alguno de nuestros políticos sea un buen filósofo?, ¿Sería deseable que así fuese?
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